Tristeza

Los hermanos sobre todo expresan tristeza. Esta tristeza se permea, se extiende a los padres, a la persona con NE, y a otros hermanos. Muchos hermanos sin discapacidad sienten una especial tristeza por sus padres.  Sienten su dolor. Es una sensación de pérdida; pérdida de lo normal, perdida de lo ordinario. Y mientras aceptar la diferencia es un tema imperioso y común, la tristeza persiste.

Culpa

La realidad de crecer y alejarse es muchas veces difícil, y la culpa es una consecuencia común. Todas las personas tienen derecho de crear su vida. Cada adolescente y adulto joven se siente con el derecho de crear una vida propia. Pero el proceso de separarse de la familia es mucho más complejo cuando existe un miembro con NE.  Esto es, existe una motivación para alejarse de tu familia, y al mismo tiempo algo te jala para que te quedes, para ayudar, para estar ahí, para apoyar a los padres, para quedarse a ayudar al hermano.

Muchos hermanos encuentran algo en medio. Pasan su adultez joven definiendo los roles en los que se van a sentir cómodos y en crear una vida aparte de la de su familia de origen. Pero muchas veces, la culpa es una consecuencia de esos compromisos y preferencias.  Es imposible no sentir culpa cuando constantemente se escuchan las luchas que caracterizan la vida de su hermano y cuando oyen a sus padres contar historias de pena y preocupación de su hermano o hermana.

Aceptación

Muchos de los hermanos expresan una profunda y genuina aceptación de su hermano o hermana con NE. Mientras no tienen otra opción, han hecho las paces con la realidad. Expresan amor y conexión con su hermano con NE. Expresan sentimientos hacia su hermano o hermana con NE como “parte de ellos mismos”, una persona que les pertenece y a la que pertenecen. Y también expresan esperanza en el futuro.

Relaciones personales

Muchos hermanos sin discapacidad reportan que se sienten obligados a “arreglar” y/o cuidar a sus parejas y amigos. También, algunos hermanos sienten una tremenda empatía por aquellos que pueden ser vistos como difíciles, inusuales o desterrados. Esa apertura a la diversidad y la capacidad de compasión son extraordinarios, sin embargo, muchas veces lleva a relaciones que se ven como poco sanas.

Conectándose e integrándose con otros

Ocasionalmente, los hermanos sin discapacidad también son afectados por la experiencia familiar y se resisten a buscar una relación romántica o matrimonio.  Mientras algunos se sienten cómodos con esta decisión, otros pueden experimentar arrepentimiento y soñar lo que hubiera sido. Comúnmente, los hermanos mantienen a su hermano o hermana con NE en un lugar protegido en sus corazones. Es muy importante para ellos que su hermano con NE sea aceptado por aquellos que aman. Algunos hermanos reportan que abrir la existencia de sus hermanos con NE a otros, fue un acto de inmensa confianza y vulnerabilidad.

Creando tu propia familia

El miedo de tener un hijo con NE es un problema poco compartido que experimentan muchos de los hermanos sin discapacidad como una extensión lógica de la experiencia de crecer en una familia con un miembro con discapacidad.  El miedo es generado por la investigación genética, que indica un nivel alto de riesgo para estos hermanos comparado con la población en general. Aunque el riesgo es pequeño (estadísticamente hablando), no hay nada pequeño en el riesgo emocional de tener un hijo con discapacidad. Es un miedo profundo. Mientras las personas que han crecido sin esta experiencia son inocentes del impacto, no lo es en los hermanos de personas con NE. Sin embargo, muchos hermanos son capaces de poner sus miedos en perspectiva –o más lejos, y de continuar adelante con sus sueños y de tener una familia propia.

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