LOS HERMANOS: UNA CONEXIÓN ESPECIAL
“A brother shares childhood memories and grown-up dreams.” ~Author Unknown
La naturaleza de los hermanos es muy compleja. Su conexión es muchas veces intensa, y es para toda la vida. Aunque se viva en las mejores circunstancias, las relaciones de los hermanos siempre tendrán sentimientos de celos y competencia. Pero también estas relaciones son una fuente de alegría en la vida. Los hermanos nos conocen antes que nadie nos conociera y no sólo recuerdan nuestras historias (como lo hacen los buenos amigos), sino también comparten nuestras historias. Esto es lo que hace a un hermano irremplazable.
Mientras la fuerza de las relaciones entre hermanos podrá ser muy diferente y se va a caracterizar por niveles positivos o negativos de afecto, la hermandad siempre será un punto de definición para la persona. Tener una relación fuerte con un hermano se ha vuelto cada vez más importante en los últimos años, ya que se viven más años, y actualmente prevalecen más divorcios y segundas nupcias. En contraste con otras relaciones que son vulnerables a la pérdida por diversos tipos de transición, muchas veces el sentido de refugio-hogar, acompaña a la relación de hermanos, especialmente en la adultez.
La relación con los hermanos
El proceso de adaptarse a los hermanos empieza con el nacimiento de un nuevo bebé. Esto es especialmente cierto cuanto el nuevo bebé es segundo hijo de la familia, pero cada nacimiento de un nuevo hijo incrementa la necesidad de atención y confianza por parte del hermano o hermanos mayores. Los papás pueden facilitar este proceso de ajuste hablando con el hermano sobre el bebé y conociendo las necesidades emocionales y de atención del hermano mayor.
Los hermanos mayores tienden a ser líderes desde el principio y modelos para sus hermanos y hermanas menores. Al paso del tiempo, cuando los hermanitos son capaces de jugar de manera recíproca e imaginativa, los hermanos mayores les prestan más atención. El juego es el contexto donde las relaciones de hermanos toman forma, el lugar donde los hermanos aprender a compartir, simular y tener diversión. “Nuestros hermanos y hermanas juegan roles en la realidad del día a día de nuestra experiencia infantil —como nuestra competencia, cierto, pero también como nuestros compañeros, nuestras primeras parejas en la vida”.
Como sabemos, factores como el género y la cercanía en edad definitivamente impactan en la relación de hermanos. En general, los hermanos próximos en edad desarrollan un lazo emocional más cercano, aunque también son más fáciles de experimentar más discusiones y dificultades para relacionarse. Las relaciones más fuertes ocurren cuando los hermanos son del mismo sexo, casi de la misma edad y que han compartido muchas actividades e intereses juntos.
Las relaciones de hermanos en los primeros años, se caracterizan por un gran afecto y cuidado. Las relaciones se convierten en recíprocas, ya que los hermanos interactúan de manera equitativa. Esto sucede sobre todo entre los 9 y 12 años, donde los hermanos comparten actividades sociales como deportes o arte y pueden desarrollar intereses en común. Aun así, en caso de que sus intereses sean diferentes, tienen la capacidad de compartirlos, de ayudarse mutuamente a desarrollar alguna habilidad y a admirar sus logros.
Durante la niñez hay un conflicto sustancial entre hermanos. Al principio se pelean por los juguetes, y este conflicto continúa en compartir objetos, donde cada hermano identifica los objetos que le pertenecen. Y también hay conflictos sobre llamar la atención de los padres, la justicia, el acceso a privilegios o premios, entre otros.
Estos tipos de conflictos tienden a disminuir sustancialmente en la adolescencia tardía. En este tiempo muchos de nosotros tenemos vida y conexiones independientes de las familias, por lo que la familia no tiene el rol central en apoyo o compañía. No es porque el hermano o las relaciones familiares no tengan importancia, es simplemente que el mundo del adolescente se expande e integra nuevos actores sociales. Mientras esta expansión de su mundo social reduce la dependencia de los miembros de su familia, también reduce el estrés en la relación de hermanos y ayuda al adolescente a experimentar relaciones positivas y poderosas fuera de su contexto familiar.
Finalmente, en la adultez, los hermanos permanecen como un importante punto de contacto para muchos adultos, aunque la naturaleza de sus relaciones varíe. A menudo hay dificultades en la cooperación y planeación en temas como la salud de los padres y la pérdida de los mismos. Además, cuando los padres mueren, hermanos y hermanas siguen el contacto sólo si tienen memorias y experiencias que pueden compartir.
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