Nosotros no escogemos a nuestros hermanos, por lo que cada persona maneja de forma distinta las ventajas y desventajas de las relaciones en las que nacemos.  La mayoría encuentra caminos para celebrar los aspectos positivos y aceptar las desilusiones, como los conflictos de personalidad o los desacuerdos. Pero este proceso es mucho más complejo cuando un hermano tiene una necesidad educativa (NE) o discapacidad.

En la niñez temprana, darse cuenta de la condición de la NE del hermano muchas veces es mínimo.  Sin embargo, los hermanos tienden a expresar su preocupación por el hermano o hermana con NE. Ven el estrés y la aflicción de los papás, experimentan cambios en la vida familiar y en las actividades debido a la amenaza o la ocurrencia de las conductas difíciles de manejar, y muy seguido perciben una inequidad en la división de la atención entre los hermanos.  También puede existir la percepción o la demanda de parte de los padres donde el hermano debe aceptar por completo al miembro con NE –aunque el hermano no tenga la madurez para hacerlo. 

Una vez que el hermano se da cuenta de la NE, el tema el principal tema es el de la adaptación. Cómo el hermano sin discapacidad se adapte a la NE del hermano o hermana, estará influenciado por un número de factores. Las hermanas tienden a experimentar más efectos negativos de estrés por tener un hermano con NE y son más propensas a tomar un rol de cuidado.  Los hermanos varones, por otro lado, tienden a tener intereses y actividades externos con otros pares que compensan algo el impacto de la NE. (Por esta razón es importante que los padres monitoreen el nivel de cuidado que dan las hermanas y los intereses y las relaciones de pares de los hermanos en desarrollo de ambos sexos). Además, los hermanos mayores tienden a reaccionar mejor, tal vez por su capacidad y perspectiva de tomar y entender las complejidades de las personalidades y el impacto de la NE.

El proceso de ajuste también se manifiesta mejor en familias grandes. Esto es, si el hermano sin discapacidad tiene por lo menos otro hermano igual, el ajuste muchas veces es mejor. Esto puede ser por la posibilidad en compartir el cuidado y el apoyo emocional.  

El orden de nacimiento y la diferencia de edad también son variables. Algunos reportes sugieren que las hermanas mayores y los hermanos menores tienen mayores problemas de adaptación, pero no siempre es consistente. Es claro, que la cercanía en edad entre el hermano sin discapacidad y el que tiene una NE está asociado con la dificultad de ajuste del primero.  No es de sorprenderse que los hermanos que tienen una edad similar, también tienen intereses similares, necesidad de atención similar y altos niveles de competencia y celos. Cuando se llevan más edad, el hermano sin discapacidad generalmente tienen más acceso a la atención individual por parte de los padres y no siente que su hermano es competencia.

Uno de los factores que más influencian el nivel de ajuste del hermano o la hermana con NE es su propio nivel de funcionalidad. Esto es, a mayor nivel de funcionalidad del hermano con NE, mejor será el ajuste del hermano sin discapacidad.  También, cuando un hermano con NE tiene una conducta que es embarazosa o tiene una apariencia o conductas que son raras, los problemas de ajuste del hermano sin discapacidad son comunes.  Claro que los hijos son criados por sus padres y son afectados por la salud emocional de sus padres y su habilidad para proveer un ambiente emocional sano. Por esa razón, los hermanos son influenciados significativamente por como sus padres están enfrentando el estrés de criar a un niño con NE. Si los padres tienen alguna dificultad en comunicarse o sufren de depresión, por ejemplo, el ajuste del hermano sin discapacidad será deficiente.

Una de las maneras que un hermano con NE altera el curso normal de los eventos dentro de la familia es cuando los procesos y transiciones pueden no ocurrir, por ejemplo, en los roles, donde el hermano sin discapacidad asume un rol dominante, sin importar su edad en relación con el hermano con NE.  En suma, la adolescencia no trasforma la relación fraterna cuando un hermano tiene NE, como lo hace cuando los dos hermanos no tienen discapacidad. Esto es, los hermanos sin discapacidad continúan teniendo una relación dominante con el hermano con discapacidad, en vez de desarrollar una relación más de iguales, común en los hermanos sin discapacidad mientras crecen.

La adolescencia plantea otras dificultades. Si las responsabilidades de cuidado con extensas, el hermano sin discapacidad adolescente no podrá desarrollar una vida social independiente y activa fuera de casa. El sentido de estigma junto con tener un hermano con NE puede ser importante en esta etapa, donde la aceptación de pares y el ajuste son tan cruciales. Esto también puede ayudar a futuros sentimientos de soledad y miedo al rechazo.

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