MI HIJO TIENE MALAS CALIFICACIONES ¿QUE HAGO? (2ª de 2)
En nuestro último post hablamos sobre qué hacer si nuestro hijo tiene malas calificaciones. Leímos sobre la importancia de descartar cualquier daño físico o psicológico, así como los compromisos que deben hacerse, el uso del calendario y los horarios en la tarde. Si quieres leerlo completo, aquí lo puedes encontrar.
Hay otras sugerencias igual de importantes que vale la pena señalar:
En la escuela:
- Se pedirán los apuntes y las tareas a algún compañero para que se ponga al corriente. Aquí es importante mencionar que los apuntes se deben pasar a su cuaderno, no sólo sacar fotocopias. El cerebro asimila mejor la información cuando se escribe, no sólo cuando se lee.
- En caso de ser necesario, se le mandará una hoja de progreso a cada profesor para que apunte la conducta, los proyectos y las calificaciones de la semana. Esta hoja sirve para saber si en realidad funciona lo que estamos haciendo en casa.
- Se le comprará una agenda al chico y se le enseñará a usarla. Muchas veces, la mayoría, los alumnos reprueban porque no conocen el uso de la agenda y el tiempo se les viene encima. Hay muchas agendas electrónicas, que se pueden descargar en el celular, y que ayudan a que los proyectos se hagan poco a poco. El chiste es que en los tiempos libres del chico no respondan “que no tienen nada que hacer”, siempre hay algo que hacer: leer un libro, pasar un apunte o adelantar un trabajo.
En la casa:
- Se prohíben dentro de su cuarto las televisiones, videos, juegos, tabletas, etc. Todo se sacará de su cuarto hasta que mejoren las calificaciones.
- El celular se utiliza solo para llamadas, y se les entregará a los papás todos los días antes de dormir. El celular no puede dormir con ellos bajo ningún motivo.
- Se pondrá un horario para irse a dormir. De preferencia no después de las 10pm. Los adolescentes tienen que descansar y dormir mínimo 8 horas. Mucho por lo que se duermen en clase es por el sueño que tienen y por haberse dormido tarde.
- Deberán desayunar todos los días antes de ir a la escuela. Nos van a decir “que no tienen hambre”, “que se les hace tarde”, “que prefieren dormir que comer”, “que van a engordar”. No importa. El adolescente tiene que desayunar fruta, lácteos y cereales todos los días. El cerebro no funciona cuando tiene hambre.
Ningún niño o adolescente debería de dejar la escuela por falta de apoyo, pero muchas veces como papás no sabemos por dónde empezar a ayudarlos y los dejamos solos, lo que hace que ellos se sientan abandonados y rechazados tanto por la familia como los amigos.
El adolescente, no siempre tiene las herramientas o los conocimientos para lograr sus objetivos, por lo que necesitan del otro para que los apoye y los ayude a salir adelante.
No es un camino fácil. Muchas veces nos vamos enojar con ellos y no van a comprender los motivos de nuestra frustración. Hay que hacerles entender que en este camino van juntos y que el fracaso o el triunfo será de ambos.
Déjanos tu opinión…
No dejes de leer el post de la próxima semana en tiempodemariposas.com Psicología para todos.
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