Cada vez encontramos a más personas que no están interesadas en tener una relación de pareja. Hombres y mujeres que piensan que estar solos es una buena decisión porque no necesitan del otro para sentirse completos. Muchos prefieren tener amigos (íntimos o no) para pasarla bien, que estar procurando a una sola persona. Les gusta conocer a mucha gente y no sentirse comprometido con ninguna.

La sociedad también ha cambiado. Ya no te presiona a tener pareja a X edad para casarte y tener hijos. Ahora cada quien decide lo que quiere o no hacer con su vida amorosa y es aceptado por todos que no quieras formar una familia antes de los 40.

A pesar de esto, existen también muchas mujeres que su constante queja es que no tienen pareja porque no encuentran a su hombre perfecto, a su príncipe azul. Tienen una lista de características que debe de cubrir el hombre: Que sea de buena familia, con estudios, con un buen trabajo, que sea honesto, responsable, respetuoso, trabajador, con coche, que no viva con su mamá, que le gusten los niños, el cine, que no le dé prioridad a los amigos, que sean dedicados, cariñosos, que sepan reconocer exactamente lo que queremos, lo que pensamos y lo que sentimos.

Muchas tienen la creencia desde pequeñas que si existe el príncipe azul y que va a venir a salvarlas. Lo ven en las películas de Disney, o sus mamás les dicen que es una princesa y que se merece mínimo un rey (“Como papito”). Nos volvemos exigentes, egoístas, muchas veces ni siquiera les damos una oportunidad para presentarse porque no es un “buen material”.

Y a los hombres los ves luchando por agradar, por conquistar, por ser detallista, por aparentar muchas veces lo que no son, con tal de que los tomen en cuenta.

¡¡Chicas!! ¡¡Despierten!! El príncipe azul no existe. Hay alguien que en este momento daría todo por estar ustedes y no le hacen caso por creer que se merecen algo mejor. Sólo existen hombres y mujeres imperfectos que ofrecen lo mejor de sí mismos al otro para crecer y desarrollarse juntos, como pareja y como familia.

Cuando puedan entender que sus exigencias sólo hacen evidentes las carencias afectivas que vienen cargando desde niñas, y cuando las puedan superar, solo así encontraran a la persona perfecta para ustedes.

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