Se caracteriza por un estado de tensión excesiva, en el que se mezclan el cansancio físico y mental, y dependiendo del nivel de tensión, puede llevar al agotamiento personal.

Sin embargo, la ansiedad juega un papel vital y en realidad es el aspecto principal del estrés. Siempre que hay estrés, aparecerá la ansiedad.

La ansiedad es una manifestación emocional, que se caracteriza por el miedo a algo vago y la falta de cosas externas, en la que los individuos dan a las personas una sensación de impotencia.

Esta ansiedad provocará un cambio enorme en toda la psicología del sujeto, que suele reflejarse en una serie de vivencias, y se manifiesta en:

• Las situaciones que escapan al control personal están fuera de él.

• Sentirse inseguro, peligroso.

• Preocuparse por las amenazas que entrarán en vigor en el futuro.

• Siente dolor e incompetencia anticipando un peligro incierto.

No hay que olvidar que cierto grado de ansiedad y tensión es adaptativo, porque ayuda a afrontar determinados requerimientos y requerimientos específicos de la vida.

Cuando este proceso de adaptación a la realidad tiene éxito, se puede estimular y satisfacer la tensión provocada por el sujeto. Sin embargo, si la ansiedad es muy fuerte y/o dura mucho tiempo, habrá importantes manifestaciones físicas, que son el núcleo de la patología psicosomática a largo plazo.

Las personas que se encuentran bajo estrés pueden tener una variedad de patologías. Esto significa que afecta a diferentes órganos y funciones de nuestro cuerpo.

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