En el artículo anterior hablamos sobre la importancia de la resiliencia. Dimos algunas definiciones, así como consejos para ayudar a mantener la resiliencia. Lo puedes encontrar aquí.

Esta semana vamos a hablar de cuáles son los factores individuales, familiares y sociales para que la resiliencia se potencie o se deprima.

MODELO DE PREVENCIÓN

En primer lugar, existe un modelo de prevención basado en las potencialidades y los recursos de la persona. Este modelo nos habla sobre la existencia de escudos protectores que atenúan los daños o riesgos transformándolos en factores de superación.

A nivel individual son personas activas, afectivas, sociables, reflexivas e independientes. Tienen confianza en sí mismas y habilidad para resolver problemas; y están motivados a lograr resultados y tienen intereses y pasatiempos variados.

En un nivel familiar, vienen de familias con menos de cuatro hijos y con lazos afectivos estrechos, donde la madre tiene un buen nivel educativo y existen reglas y límites en casa. Hay una supervisión parental constante y se estimula la autonomía, así como claridad en las responsabilidades domésticas.

En su ambiente o contexto, desarrollan relaciones positivas con el grupo de iguales, vecinos y profesores.

MODELO DE RIESGO

A diferencia del modelo de prevención, el modelo de riesgo está basado en necesidades y enfermedad y se centra en las características que se asocian a una elevada probabilidad de daño biológico psicológico y social.

A nivel individual, tienen baja autoestima y altos niveles de angustia y/o depresión, no tienen percepción del riesgo y son muy impulsivos. Son personas pasivas que se les dificulta la escuela y tienen una exposición crónica a condiciones de presión y estrés y falta de proyecto de futuro. La percepción que tienen de sus padres es lejana y distante.

En un nivel familiar, vienen de familias que no tienen guía, cuidados y supervisión, la disciplina es inconsistente o excesivamente severa y la familia facilita o modela conductas de riesgo. Los padres son violentos y tienen expectativas poco realistas de los hijos, y existe dentro de la familia una crisis de valores tradicionales.

En su ambiente o sociedad, desarrollan una cultura del riesgo, ya que presentan crisis de valores sociales y ambientes permisivos de ciertas conductas. No tienen redes de apoyo para los jóvenes, ni tampoco alternativas para el tiempo libre. Hay una enorme problemática social que incluye aislamiento y/o retraimiento, rumiación de ideas y nulo soporte emocional. Algunos inclusive presentan consumo de alcohol y otras sustancias.

Pero no todo está perdido, hay tres factores que nos van a ayudar para poder ser resilientes y salir adelante. Estos factores hay que revisarlos de manera continua para estar preparados frente a una tragedia:

• Factores interpersonales, que es capacidad de resolución de problemas (YO PUEDO)
• Fuerza interior, que se desarrolla a través del tiempo (YO SOY)
• Apoyos externos, que promueven la resiliencia (YO TENGO)

Una persona resiliente casi nunca está sola, tiene una gran cantidad de personas (familiares amigos, maestros y sociedad), que la cuidan, la apoyan y la ayudan a salir adelante.

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Te esperamos la próxima semana en tiempodemariposas.com Psicología para todos.