Desde hace unos años, hemos venido oyendo sobre el concepto de RESILIENCIA. Muchas personas hablan de ser resiliente o de la capacidad de resiliencia individual para salir adelante de un conflicto. El objetivo de estos artículos es poder aclarar algunos conceptos de resiliencia, así como saber cuales son los factores potenciadores y los factores depresores de la resiliencia.

La resiliencia es un concepto físico que hace referencia a la cualidad de los materiales de recuperarse de una cantidad depresión determinada sin perder su forma original. Cuando se refiere a osteología alude a la capacidad de los huesos para crecer en la dirección correcta tras una fractura. En investigación epidemiológica social se observó que había personas sometidas situaciones de riesgo que superaban la situación surgían fortalecidos. Hablando de ciencias sociales significa avanzar después de haber padecido una situación traumática.

Finalmente, en psicología y en el ámbito de la gestión del estrés se utiliza como la capacidad de superar una situación altamente estresante o traumática sin sufrir secuelas, por lo que se define como “el afrontamiento adecuado de las tareas del desarrollo típicas de una determinada etapa y cultura, a pesar de experiencias de significativa adversidad o trauma, consideradas circunstancias de riesgo al asociarse con una alta probabilidad de ajuste negativo.” (Cyrulnik, 2002; Grotberg, 1995; Lemos, 2003; Luthar, 2006; Luthar, Cicchettiy Becker, 2000; Masten, 2001; Rutter, 2000; Ungar, 2011; Vanistendael, 2005; Vera, Carbeloy Vecina, 2006).

A lo largo de su vida, la mayoría de las personas presentan crisis evolutivas que son cambios esperados (adolescencia, entrar a la escuela o universidad, casarse, tener hijos, etc.), o crisis no normativas, que son hechos inesperados (separación o divorcio, un accidente, la pérdida del trabajo, etc.) Ante estas crisis el ser humano puede introducir cambios para seguir creciendo y madurar, o quedarse estancado y retroceder.

CONSEJOS PARA AYUDAR A LA RESILIENCIA

Existen factores individuales, familiares y sociales que ayudan a que la resiliencia se potencie, pero también hay factores que hacen que la resiliencia se deprima. Hablaremos de estos con detalle la próxima semana.

Por lo pronto, los psicólogos y profesionales de la salud, recomiendan estos 6 consejos para ayudar a mantener la resiliencia de la persona

• Contacto con la familia y las amistades: Hablar o mensajearse con amigos y familiares ayuda a que la persona se sienta querida y amada. Un saludo diario, una foto, cualquier cosa que nos recuerde que somos importantes para otra persona.

• Contacto con la naturaleza: Es importante tener algo que nos siga recordando lo importante que es el medio ambiente en nuestra vida. Una planta, un arbolito, una mascota, nos ayuda a respetar y cuidar nuestro ambiente.

• Paseos al sol: Aunque en este momento está prohibido salir, es importante tomar diariamente un baño de sol de por lo menos 15 minutos al día. Esto nos ayuda a segregar vitaminas como la D, importantísima para el desarrollo de calcio en los niños y la prevención de trastornos cognitivos en adultos.

• Práctica de deporte: No tiene que ser un maratón, puede ser saltar la cuerda o caminar, o hacer yoga o pilates, o bicicleta. Es importante ejercitarse todos los días.

• La ventilación emocional controlada: Es importante tener un grupo de apoyo al que le podamos contar nuestros problemas cotidianos y saber que nos pueden dar un buen consejo. Puede ser un buen amigo, un hermano o tus padres. No necesariamente tiene que ser un profesional, a menos de que estemos sintiendo que no tenemos control sobre nuestras emociones.

• Realización de actividades placenteras: Ver una puesta de sol, una película, hacer una comida rica, jugar con tus hijos, platicar con tu pareja, enseñarle un truco a tu mascota, meditar, etc., son actividades que no nos cuestan y que nos llenan como ser humano.

¿Qué otras cosas haces para potenciar tu resiliencia?

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Te esperamos la próxima semana en tiempodemariposas.com Psicología para todos.