Y si, se nos está acabando un año más, (una década más también) y lo único que nos queda, porque el tiempo sigue su paso y la vida su camino, es agradecer profundamente lo que tenemos en este momento.

Agradece en primer lugar a tus padres, por la vida, porque optaron por no soltarte, porque te dieron educación, cuidaron de ti, algunos hicieron hasta lo imposible porque nada te faltara y que tuvieras más cosas de las que necesitabas. Agradéceles además porque te enseñaron a vivir la vida, te dieron herramientas para que fueras independiente y te pudieras valer por ti mismo. Agradece a los que están con vida porque siguen siendo tu ejemplo y agradece a los que ya no están porque te cuidan desde arriba. De ellos nace tu confianza y tu fuerza para hacer las cosas y salir adelante.

Agradece a tus hermanos y a tus amigos, que son los hermanos que escogiste para que te acompañaran. Unos están contigo solo algunos años y otros duran por siempre. Háblales de vez en cuando, aunque no los veas seguido, que sepan que los llevas cerca y que los recuerdas con cariño.

Agradece a tus hijos, que son tus mejores maestros. Ellos te enseñan lo que es realmente importante en la vida, con ellos vives las mas grandes alegrías, tristezas, enojos y frustraciones. Por ellos haces sacrificios sin pedir nada, solo una sonrisa, abrazo o un beso, que son tu mejor recompensa. Agradece tus hijos que están lejos, por trabajo o por estudio, porque te están diciendo que hiciste un buen trabajo como padre y que no les preocupa volar solos.

Agradece tu trabajo, aunque sientas que a veces no son justos, que no pagan lo suficiente, que te deberían reconocer más. Finalmente, de ahí comes tú y tu familia, y eres afortunado si te pagan en tiempo y forma cada mes, y tienes la certeza de que vas a poder comprar lo indispensable. Dale las gracias a los proyectos que tienes en este momento en puerta y que te van a llevar a grandes aprendizajes y también a los que no funcionaron, porque no eran para ti. Agradece además todas las cosas materiales que tienes (casa, ropa, comida), porque han sido fruto de tu esfuerzo y dedicación.

Agradece a tu pareja (o ex pareja), porque en su momento te hicieron sentir amado, irresistible y todopoderoso, que podías con todo y contra todos. Dale las gracias por los hijos que tienen o tuvieron juntos, porque fueron el mejor padre o madre que pudiste escoger, y porque las cosas que pasaron entre ustedes solo ocurrieron para el bien de los dos.

Y finalmente agradécete a ti mismo, porque sigues aquí, porque no eres perfecto, porque tomas los retos que presenta la vida todos los días. Porque has aprendido a aceptarte con todas tus limitaciones. Agradece tu cuerpo y cuídalo, porque no sabes hasta los cuantos años lo vas a necesitar; nútrelo y ejercítalo todos los días, igual que tu mente.

Te deseo que el próximo año esté lleno de paz, amor y aprendizaje. Que te propongas metas y objetivos, que los alcances fácilmente, y que tengas la certeza de lo que vales y de lo que puedes lograr.

¡Bendiciones!

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