Desde que somos chicos, nuestros papás nos enseñan que la mejor época del año es Navidad, porque vemos personas queridas, abrimos los regalos, hacemos viajes, y tienes buenos deseos para toda la humanidad. Entonces, si todos somos tan felices, ¿Porque nos sentimos tan estresados en estas fechas?

Decisiones, decisiones….

La Navidad es una época de mucho estrés porque tenemos muchos gastos, reuniones con la familia y amigos, recuerdos de los que ya no están y sobre todo, tenemos que tomar muchas decisiones:

Decisiones que van desde “como voy a decorar la casa y el arbolito”, hasta “si salimos de viaje o no”, que le voy a regalar a quien, si le gusta el color, si está en mi presupuesto, los regalos de los niños (sobre todo si todavía creen en Santa), los regalos de intercambio, los regalos para los jefes, los amigos, los compromisos, la familia, para los ahijados, los papás, los suegros, los tíos que nunca ves pero van a estar en la cena, etc.

Decidir si la cena va a ser en la casa propia, de los primos, de los amigos, que me toca hacer, que voy a llevar, para cuantas personas, si les llevo un “detallito” a cada uno, si alguien es alérgico a lo que voy a preparar, si va a venir el tío vegetariano que no come pavo…

Decidir donde guardar los regalos de Santa, ¿Si le compro “x” a mi mamá, le tengo que comprar algo similar a mi suegra?, si pido todo por Amazon o voy a comprarlos directamente para ver la calidad del producto, cuanto es mi presupuesto, si uso los moños reciclados porque “todavía aguantan” o compro unos nuevos…

Decidir si hago galletas o solo regalo chocolates, ¿Dejo que los niños me ayuden y se enfermen por comer masa, o mejor las hago antes de salir de clases?, ¿A quién se las voy a regalar y si le van a gustar o me van a hacer “carita” como el año pasado?

Decidir qué me pongo ¿Ya me lo vieron el año pasado? ¿Voy a convivir con la nueva novia del primo que conocimos hace unos meses y no soportamos, o mejor le hablo a la anfitriona para que nos siente con los que nos caen bien?

Decidir por los niños… ¿Mejor que lleven pijama para que no se tengan que cambiar cuando regresemos a la casa, o ya están grandecitos y aguantan la fiesta? ¿Les llevo unos nuggets por si no les gusta el bacalao, o que coman lo que puedan? ¿Qué se lleven su tablet por si se aburren o que se vayan acostumbrando?

Pero, además, muchas personas sienten evaluados en esta época, donde todo debe salir perfecto, donde no vale equivocarse porque la Navidad podría ser “un fracaso”, ¿cómo no quieres estar estresado?

Que puedes hacer:

Organízate y planifica: Compra los regalos con tiempo, puedes aprovechar muchas ofertas en los meses anteriores a Navidad para no gastar tanto. Decide que te vas a poner de ropa y tenla lista con tiempo. También puedes organizar con tiempo el menú de la cena. No dejes todo para el final.

Pide ayuda: Muchas veces creemos que lo podemos hacer solos, pero si no es así, no dejes de pedir ayuda… Si te toca la cena, decide que puede traer cada quien para que no tengas tanta carga de trabajo, que alguien vaya por el pan y los hielos el mero día para que no tengas que correr, que tu pareja te ayude a envolver los regalos y tomas decisiones de último minuto, etc.

Involucra a los niños: Según la edad que tengan, que te ayuden a poner la mesa o que hagan las tarjetas de lugares, que organicen algún juego, que tengan lista su ropa y zapatos, que decidan qué se quieren llevar a la cena. Haz que su fiesta de Navidad sea inolvidable.

Ten momentos de soledad, relajación y ejercicio: Te van a ayudar a que no te estreses demasiado y a ver las cosas en perspectiva.

Durante la fiesta trata de sentarte con las personas más cercanas y evita temas que puedan generar algún conflicto.

Disfruta… si no sale perfecto, no importa, la Navidad no debe ser sinónimo de estrés, sino de unión y alegría. Y mientras demos lo mejor de nosotros en estas fiestas, nos sentiremos menos estresados y más satisfechos con uno mismo.

¡Feliz Navidad!

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